"No hay mayor regalo que el de dar a tus hijos el amor por la lectura y los libros"

sábado, 20 de agosto de 2011

Los que nutren el alma

Algunas veces me han preguntado por mis libros favoritos, esa siempre es una pregunta difícil de contestar. Cada libro que he leído me ha dejado una huella especial; son muchas las variables a considerar, el momento en mi vida en el que lo leí, qué estaba pasando, qué pensaba, la audiencia a la que se lo leí, entre otras muchas situaciones.
Espero que no me malinterpreten, definitivamente hay libros que nos gustan y otros que simplemente no.  Es válido decir NO a un libro, así como es válido decir que un libro en particular nos ha marcado; disfrutamos leerlo varias veces y se convierte en uno que nos nutre el alma.
En el caso de los libros para niños es igual, una vez que hemos caído en las “garras” de los autores infantiles, es difícil contestar la pregunta del libro favorito. Uno de los libros que recuerdo con cariño, (…y tal vez sean las demás variables que estuvieron presentes) fue aquel de Shel Silverstein “El árbol generoso”, como les decía, posiblemente este libro es uno especial ya que un maestro de la universidad fue quien nos los leyó en voz alta y a raíz de esa lectura en un salón de clases, pude entender el impacto que tiene un maestro al leer en voz alta a sus alumnos. Es un libro que se queda para siempre… y el árbol fue feliz.
Otro libro significativo para mí es el de Stone Fox por John Reynolds Gardiner (también está disponible en español), y tal vez tenga algo que ver el hecho que cuando leí ese libro a mis alumnos de tercer grado, no hubo un solo niño que quisiera salir al recreo hasta que no concluyera el capítulo o que al final se escuchara un silencio sepulcral y hubo que pasar una caja de kleenex alrededor del salón.  Una muestra más de cómo los libros, nos unen y nos ayudan a formar comunidades en donde los sentimientos se comparten.
El libro de Mo Willems “ I am going!“, es uno más de mis especiales ya que una amiga muy querida me hizo leerlo en forma de teatro de lectores (ella leía la parte del personaje que se iba y yo el del personaje que se quedaba)  cuando estábamos a punto de despedirnos pues ella se iba a vivir a otro país, (cabe mencionar que yo lloraba como una magdalena casi llegando al final). Un libro acerca de la amistad y de lo difícil que pueden llegar a ser las despedidas.
En fin, la lista de libros puede seguir, y es así como cada libro que decidimos leer con el alma y con el corazón, se queda para continuar siendo parte de nosotros y ayudarnos a definir quiénes somos, qué queremos y  la manera en la que vemos el mundo. 
Creo firmemente que para lograr impulsar a nuestros niños a convertirse en lectores exitosos, debemos exponerlos a una gran cantidad de lecturas, de todos los géneros y tipos, lograr una dieta de libros balanceada y ayudarlos a encontrar esos libros que les nutrirán el alma.


¡Nos leemos pronto!

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