"No hay mayor regalo que el de dar a tus hijos el amor por la lectura y los libros"

domingo, 24 de julio de 2011

Cierra los ojos para ver

El otro día mientras escuchaba las noticias, me quedé reflexionando acerca de la situación por la que atraviesa nuestro país. Me cuestiono ¿qué tipo de infancia tuvieron esos adolescentes y adultos jóvenes implicados en tantos hechos delictivos?  Seguramente, y sin temor a equivocarme,  sus padres nunca les leyeron, nunca pasaron tiempo de calidad con ellos y nunca tuvieron la oportunidad de ver más allá de su realidad.
Viene a mi mente un hombre humilde colombiano del que aprendí una gran lección, Luis Humberto Soriano, un maestro rural que con su don de cuentacuentos y ávido lector envuelve a los niños de las más aisladas y poco agraciadas comunidades de Colombia. Con esos niños, comparte el amor por la lectura y los libros. Su historia es por demás admirable, puesto que con los pocos recursos con los que puede contar un maestro rural, viaja en compañía de dos burros Alfa y Beto (lo cual me parece un destello de creatividad) llevando libros e historias a niños que carecen de bienes materiales, pero que se enriquecen de creatividad, de habilidades y de ganas de superarse por medio de las maravillosas historias. ¡Ojalá tuviéramos más "Luises Humbertos"!  Es imposible no estremecerse, al escuchar de viva voz los comentarios de esos niños en un documental, en donde con sus caritas sonrientes, dicen que les encantan las historias, y que añoran el día en el que el “Biblioburro” (como es conocido) los visite y así puedan transformar en sus mentes esa realidad en la que viven. Al final de uno de los documentales, se aprecia a una pequeña que tiene sus ojos cerrados mientras imagina la historia que escucha, al finalizar él les pide que abran sus ojos, ella los abre, ve su realidad, y vuelve a cerrarlos, para entonces poder ver lo que el futuro le depara.
A veces los libros nos ayudan precisamente a eso, a cerrar los ojos para poder ver todo aquello que nuestro corazón anhela, la libertad, la fantasía, la justicia, la felicidad. ¿Por qué negar entonces a nuestros niños la oportunidad de ver con los ojos cerrados, de imaginar mundos lejanos, de reconocer que el cielo no es límite pues hay huellas en la luna?
Muchos están preocupados por dejar un mejor planeta para nuestros hijos, tendríamos que pensar pues, en dejar mejores hijos para el planeta.  La lectura abre horizontes, rompe barreras y nutre los corazones.    

Documental del Biblioburro

No hay comentarios:

Publicar un comentario